
¿Cómo decirle a tu hijo que irá al psicólogo? Guía para madres y padres
Al considerar la idea de llevar a nuestro hijo/a a terapia, pueden surgir dudas sobre cómo abordar el tema: ¿le decimos la verdad? ¿cómo le explicamos qué es un psicólogo? El temor a que el niño piense que algo está mal con él o tenga miedo de ir puede llevarnos a recurrir a soluciones como la mentira o el ocultamiento. Aunque comprensible, esto no es lo más adecuado.
Siempre de acuerdo a su etapa del desarrollo y con un lenguaje acorde, es importante que seamos sinceros con ellos, que sepan qué les ocurre y qué opciones existen para solucionarlo.
Es importante decirle al niño que va a ver a un psicólogo, no a un médico ni un profesor u otra actividad extraescolar. Debemos explicarle, según su edad, que el psicólogo es alguien con quien puede jugar, hablar y que lo ayudará con lo que le hace sentir mal. Además, es relevante que conozca el nombre de su terapeuta y se le anime a darle una oportunidad.
También será importante, no focalizarnos en que es el niño quién tiene un problema, sino que va a ser algo en conjunto, en el que la familia va a tener también un papel muy importante.
Cuándo es mejor hablar del tema
Es importante informar con suficiente antelación para que se pueda procesar la información con el tiempo necesario y resolver cualquier duda. Por ejemplo, hacerlo una semana antes de la cita, enviando recordatorios y manteniendo una actitud abierta y positiva ante las preguntas o posibles incertidumbres.
Cómo prepararlo para la primera sesión
- Crear un ambiente seguro: es fundamental encontrar un momento tranquilo y sin distracciones. No es recomendable hablar cuando hay tensiones o cuando el síntoma está más presente, ya que el niño podría interpretar la conversación como un castigo. Es importante estar a solas con él para que sienta que le damos espacio y que su situación es importante para nosotros.
- Hablar con empatía y sin juicios: el siguiente paso es abordar las dificultades del niño desde una postura comprensiva y afectuosa. Es útil mencionar las situaciones difíciles con frases como “Sé que últimamente…” o “Parece que estás pasando un mal momento en…”. Se debe expresar apoyo y comprensión, dejándole claro que estamos a su lado y que puede contar con nosotros.
- Introducir la postura del psicólogo y usar un lenguaje simple: finalmente, debemos transmitir esperanza al niño, explicándole que hay personas que pueden ayudarle a comprender y mejorar lo que está viviendo. Se puede decir algo como: “Conocemos a alguien que puede ayudarte a entender tus emociones y preocupaciones. Se llama _____.
Si el niño no es consciente de su dificultad, ya sea por su edad o porque no lo percibe, podemos explicarles que hemos pensado en que conozcan a alguien con quien puedan jugar y hablar, que les ayudará a comprender sus emociones.
Podemos proporcionar al niño información sobre su terapeuta, ya sea mostrando una foto o consultando la web, lo que le ayudará a reducir la incertidumbre.
Involucrar a la familia en el proceso
Evita que tu hijo sienta que el problema es “sólo suyo”. Podéis explicarle que todos en la familia van a colaborar para que él o ella se sienta mejor, y que no está solo/a en este proceso.
¿Te gustaría que tu hijo comenzara un proceso de acompañamiento emocional? En nuestra consulta de psicología infantil en Zaragoza, creamos un espacio cálido y seguro para que pueda expresarse libremente.
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