Hijos, nietos y sobrinos «primerizos»
Cuando un niño es en una familia el primero de sus padres, de los abuelos y los tíos corremos un riesgo y es darle «todo» para que esté feliz y todo lo que tengamos «porque si no se lo doy a él a quién se lo voy a dar». Pero no nos damos cuenta que con esto más que beneficiarle le estamos perjudicando.
Es frecuente encontrarme en consulta familias que demandan ayuda porque no saben qué hacer con su hijo porque se porta mal, tiene rabietas, «se nos apodera», «hay que hacer lo que él dice porque si no se pone…» y cuando empiezo a preguntar acerca del niño y su historia, suele haber un punto común «ha sido el primero en la familia». No siempre es así, hay casos en los que no ocurre, pero es cierto que cada vez me encuentro con más frecuencia con este problema.
¿Es posible evitar consentir al primer hijo o al primero en la familia? Hay que darle todo el amor y cariño que creamos y además podemos controlar los caprichos que le demos o ceder ante todas sus demandas, porque si no a la larga, nos encontraremos con un niño caprichoso, con baja tolerancia a la frustración porque nunca se le ha dicho que no, con pocos recursos para hacer frente a diferentes situaciones, inseguro y con baja autoestima.
¿Qué podemos hacer?
- No sobreproteger. Los padres sois los que les podéis dar soporte emocional y enseñarle cómo enfrentarse a las situaciones.
- Ayudarle a levantarse en vez de evitar todo el tiempo que se caiga con frases como «cuida» «te vas a caer», porque no siempre estarás tú para evitar que se haga daño y quién mejor que sus padres para ayudarle a levantarse.
- Evitar comprar todo lo que pida o ceder ante todo lo que quiera.
- Reforzar su autoestima diciéndole lo importante que es para vosotros, puede ser con un gesto cariñoso, una caricia, un abrazo…
- Alentar al niño con frases como «confío en ti y en que puedas hacerlo solo», «este es el resultado de tu esfuerzo», «gracias por tu ayuda», «sé que podrás aprender de tus errores»… las alabanzas en exceso hacen que el niño dependa de ello para motivarse y reforzar su autoestima, sin embargo si alentamos, conseguimos que el niño vea que su esfuerzo y su recompensa dependen de él, reforzaros su independencia y que sea más autónomo.
- Hacerle ver la importancia del valor de las cosas para que aprenda a valorarlas.
- Pedir a la familia que no se excedan en comprar regalos y que antes de comprarle algo os lo consulten.
- Los padres sois los educadores del niño y vosotros decidís cómo lo hacéis, para bien y para mal, los demás adultos de la familia deberían respetarlo y hacerlo cumplir al niño aunque no estén de acuerdo.