También conocido como dislexia, se engloba dentro de los trastornos de aprendizaje.
Ocurre cuando hay un rendimiento en la lectura significativamente inferior a lo esperado para un niño de su edad, a su coeficiente de inteligencia y a su escolaridad.
Los problemas de lectura no sólo afectan al nivel académico del niño o adolescente, sino que también dificultan las actividades de su vida diaria. Por ello, es importante detectarlos a una edad temprana para poder intervenir psicológicamente y minimizar sus consecuencias.
La lectura es la base del aprendizaje, y una deficiencia en su adquisición puede provocar un déficit de memoria. Los niños con problemas de lectura no consiguen recordar los sonidos asociados a las palabras, y tienen incapacidad para utilizar estrategias de memoria. En ocasiones, un bajo rendimiento académico puede estar provocado por un retraso en la lectura, ya que si el niño no lee bien probablemente no comprenda lo que lee, ni lo pueda retener.
Tipos de trastornos de la lectura.
Hay diferentes tipos:
- Disléxicos: Niños que comprenden lo que se les dice oralmente, pero no un texto escrito, porque no son capaces de leer correctamente.
- Retraso lector general: Niños que leen mal las palabras, por lo que no comprenden ni oralmente ni por escrito.
- Hiperléxicos: Por último, niños que leen bien pero tienen problemas de comprensión oral y escrita, además de presentar una capacidad cognitiva baja.
Tratamiento psicológico del trastorno de la lectura.
En primer lugar, será necesario hacer una evaluación del lenguaje oral, de lectura y de la capacidad cognitiva, mediante diversas baterías de test en función de la problemática presentada por el niño o adolescente para valorar dónde existe la dificultad. Una vez, detectado el problema, se escogerá la intervención más adecuada para él en función de los procesos a recuperar y las alteraciones relacionadas con la lectura que presente, adaptándonos a sus necesidades y ofreciendo un tratamiento psicológico individualizado.
Además, será importante incrementar su motivación y autoestima, ya que son niños que atribuyen sus éxitos a causas externas y no a sus capacidades.