En la actualidad nos encontramos con un gran número de niños diagnosticados de TDAH, pero ¿Qué es exactamente? El déficit de atención con hiperactividad es un trastorno de conducta que aparece en la infancia, normalmente antes de los 7 años, en el que se presentan síntomas de falta de atención, impulsividad e hiperactividad. No todos los niños presentan todos los criterios del trastorno, en algunos predomina la inatención en otros la hiperactividad, depende de cada caso.
Hay que ser cautos a la hora de diagnosticar a un niño con déficit de atención, ya que puede manifestar síntomas de inatención pero puede pueden deberse a un problema emocional que tenga el niño y confundirlo. Por lo que es fundamental una evaluación completa.
El déficit de atención tiene consecuencias en la autoestima del niño, en su rendimiento escolar, y en las relaciones con los demás.
El TDAH tiene una causa biológica, normalmente suele haber un familiar con las mismas características. También se observa una disfunción del área del cerebro de control de impulsos, déficit de neurotransmisores (dopamina y noradrenalina).
El entorno influye en la evolución del trastorno, es importante informar a los padres sobre el problema para que puedan ayudar y colaborar en la intervención con el niño.
Es fundamental enseñar al niño a organizarse, tanto a nivel académico con en casa, así como reducir los síntomas presentados (inatención, hiperactividad o impulsividad), mejorar su autoestima, sus habilidades sociales, facilitar estrategias para mejorar el aprendizaje, control de la frustración, reducir la ansiedad, autocontrol.
Es importante que los padres conozcan el déficit de atención y aprendan estrategias para poder ayudar a su hijo, así como herramientas para controlar sus propias emociones ante el problema (estrés, ansiedad, sentimiento de culpa).
Como consecuencia del trastorno, la conducta del niño se ve alterada y los padres tendrán que aprender cómo guiarle, acompañarle y redirigirle.